Viviendo entre la rabiosa actualidad

La fiesta de los ochenta, el viaje por escandinavia, la celebración del st. Patrick’s day, los picknicks en los parques de Copenhague, las cenas internacionales multitudinarias,… esos son sólo algunos de los momentos que siempre me recordarán a este tiempo en Dinamarca. Pero hay otros que no he experimentado en carne propia y que también los siento como míos y, por supuesto, me recordarán mucho a las vivencias en este país.

Las revueltas árabes, con aquel mensaje que me me envió Noel a media tarde de un viernes mientras yo estaba en la biblioteca para decirme que fuese a casa, que Mubarak había caído; los desastres de Fukushima, la subida de la ultraderecha en Finlandia, la sucesión de Zapatero, la petición de cárcel para Uralde en Dinamarca, la matanza de Bin Laden, el rescate de Portugal, la polémica ceremonia de los Goya, la reduccion de los  #110, la intervención en Libia, el déjà vu del caso Rumasa, el camino hacia el final de ETA -que estos días vive sus días más intensos-, la previa de las elecciones municipales y autonómicas, el 30 aniversario del 23-F o el cierre de tv3 en el País Valencià.

Entre periodistas y politico-sociólogos hemos ido haciendo estos acontecimientos como propios. Analizábamos hasta el último detalle, con un ojo en los periódicos digitales, otro en la pantalla del ordenador, algún canal internacional de noticias en la tele del salón y la última hora desde el twitter,… llámenos raros o simplemente enganchados de la actualidad, pero es que una vez uno experimenta la sensación de poder vivir y sentir lo que pasa en la otra parte del planeta como si fuese propio, cuando uno tiene la oportunidad de poder conversar con los amigos más cercanos y con la gente que convive la última hora a cada segundo, ya no sabe vivir sin hacerlo.

Aún recuerdo el debate a tres bandas con Marc y Noél sobre la reducción de la velocidad en España, o los intensos rifirrafes que, también con Guille, teníamos acerca del acierto o no de la intervención de Libia. A estos debates, muchas veces se sumaba la opinión más liberal de Consatnatin, o del algún amigo internacional que nos sorprendía con sus análisis.

Pero no sólo nuestras opiniones, también tienen presencia la de los columnistas y editorialistas de los periódicos españoles, los análisis y reportajes de los medios internacionales, la de los grandes generadores de opinión cómo Ignacio Escolar, Iñaki Gabilondo o Pedro J. y sus vídeos que nos sacan de nuestras casillas, la profesionalidad de Ana Pastor, los blogs de la caverna y los de aquellos que dan luz a la oscuridad de la derecha. Y por supuesto las cómicas declaraciones de políticos y demás chirriantes personajes del día a día (véase el vídeo blog de Mariano Rajoy).

Ayer tuvimos la oportunidad de tocar estos temas un poco más de cerca. Asistimos a una charla en peti comite, organizada por mi amiga Laerke, sobre la situación en Oriente Medio tras la intensa primavera de revueltas que se está viviendo. Estuvo dirigida y protagonizada por la diputada del Parlamento de Dinamarca Trine Mach, encargada de los asuntos internacionales del Partido Socialsta Popular danés. Fue una conversación muy interesante en la que la política expuso su visión de la situación y nosotros tuvimos la oportunidad de preguntar y repreguntar sobre cómo ve el futuro de las revueltas y adentrarnos, un poco, en el funcionamiento de la diplomacia más directa, eso que no siempre aparece en los medios de comunicación.

Todos estos acontecimientos de actualidad quedan un poco lejos en el espacio físico -que no en el virtual-, pero aún así, habiendo estado rodeado de gente con tanto interés e interesante han marcado mi tiempo y se han convertido en una parte esencial de esta vida en Copenhague.